martes, 7 de julio de 2009

"La pareja acaba, la coparentalidad continua. Claves preventivas"

Prevenir el sufrimiento innecesario en los hijos, más allá del dolor de la separación de los padres, es el objetivo prioritario de este artículo, dirigido a padres que están en proceso de disolución de la pareja, pero que saben que deben continuar ejerciendo como padres responsables.
Sabemos que en pocas décadas, la familia ha sufrido muchos cambios. Hasta primeros del s. xx, la familia extensa compuesta por varias generaciones, vivían en el mismo hogar. En la primera mitad del s. xx, se busca la intimidad y surge la familia nuclear compuesta por hijos y padres y considerada el prototipo de seguridad. Hoy en día la familia nuclear, ha dejado paso a la familia plural : Familias monoparentales, padres de un mismo sexo, etc., nos marcan la evidencia de que la familia se ha DIVERSIFICADO en su forma.Estos cambios, requieren una profunda y constante reflexión, ya que es evidente que nuestra sociedad se enfrenta a una gran diversidad de modelos familiares en la actualidad. Cambia la FORMA de la familia, sí. Pero, ¿cambian las necesidades emocionales de seguridad, de los hijos si son pequeños y no tan pequeños?
Desde la Teoría y práctica del apego, del vínculo, constatamos que aunque haya cambios estructurales en la familia, las figuras de apego deben de seguir representando una fuente inagotable de seguridad. Los niños, establecen lazos afectivos con los padres, que son fundamentales para su bienestar y seguridad emocional. Este tema, es de crucial importancia para la prevención y la salud.Conocer la teoría del apego y las respuestas a las rupturas del vínculo, nos permite hacer una lectura más adecuada, en el caso de separación de los padres. Implica tener consciencia, de la importancia de PRESERVAR EL VINCULO con ambos padres, independientemente de que se produzca un divorcio de la pareja. Preservar el vínculo con ambos padres, es sinónimo de Seguridad y auto-estima en el niño, y este debiera ser el objetivo de toda pareja, esté unida o separada. Romper, impedir un vínculo, tiene consecuencias graves en los hijos cuando son pequeños, y también durante la adolescencia.
Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. Pero cuando deciden separarse, en ocasiones la tormenta es tan grande, que los hijos son los grandes perjudicados.El objetivo del abordaje preventivo, es que ellos sean PRIORITARIOS, aun cuando haya un proyecto o proceso de separación en curso. Porque la pareja acaba pero la función de padres no debe acabar.En este proceso, es importante reconocer la necesidad de ayuda profesional especializada, que oriente y ayude a formular a la pareja que acaba, la nueva reorganización emocional y de estructura familiar desde una postura de Prevención y salud.
Básicamente porque hasta ahora, tradicionalmente se ha considerado que la RUPTURA DE LA PAREJA, implicaba la DESTRUCCION DEL SISTEMA FAMILIAR. Y desgraciadamente en muchos casos, es así.Este es un caso típico:
“Mis padres decidieron una noche, que ya no querían seguir viviendo más tiempo juntos. Yo no entendía nada. Y no sabía lo que iba a suceder a partir de ese momento.Me dijeron:Papá y mamá, ya no se quieren.Cómo es posible? Si yo os quiero a los dos.Qué ha pasado? Qué he hecho?.Les miré sin entender.Ellos, estaban tensos, nerviosos, inquietos y casi no se miraban el uno al otro.A partir de ahí, empezó una guerra, en la que el territorio a conquistar, era yo”.
Todas las guerras son absurdas y sus consecuencias son terribles, como bien sabemos. . Hablan de la incapacidad de los seres humanos para dialogar y negociar. Pero esta guerra es la más dolorosa, porque el campo de la batalla, se libra en el terreno del niño. Y muchos padres, inmersos en su dolor, rabia o desesperación, no perciben el desgarro de sus hijos o no saben leer en sus síntomas físicos.
Por otro lado, la separación de la pareja, no debe implicar la desaparición de los vínculos con el entorno que ha sido hasta entonces y es SU familia completa: abuelos, tíos, primos y amigos. Si esto ocurre, el gran perjudicado, es el hijo-a.
Mitos sobre el divorcio y los hijos
1) Permanecer juntos por el bienestar de sus hijos.Cuántos padres, prolongan una relación acabada por temor a la consecuencia en los hijos? Cuántos padres se sienten culpables, porque no pueden cumplir el ideal de pareja para toda la vida?.Investigaciones importantes, señalan que “la continuación en el sistema familiar, “por los hijos” en caso de desavenencias, es la causa de la predisposición de los hijos, a tener dificultades matrimoniales en la edad adulta.Y es más, “los hijos involucrados en las discusiones y conflictos conyugales, reciben de los padres la evidencia de que sus progenitores no son capaces de darles orientación ni seguridad suficiente, con el consiguiente sufrimiento emocional.Por tanto, el divorcio, es la solución última pero más saludable, que la permanencia en un entorno negativo para el desarrollo emocional de los hijos.
Otro mito frecuente:
El divorcio de los padres, tiene efectos negativos e irreversibles en sentido absoluto, para los hijos.Si bien, es cierto que los efectos de la separación de los padres, tienen frecuentemente consecuencias negativas en los hijos, el factor tiempo en el proceso de separación y el COMO se realiza, son fundamentales. Se sabe, que los enfrentamientos prolongados de los padres, producen un aumento del riesgo de desarrollar estados de ansiedad y depresión: Los niños desarrollan estrés y temor ante los conflictos observados y el temor a la perdida de uno de los padres. Pero lo interesante, es que los hijos de familias NO divorciadas, pero CON una alta conflictividad tienen mayores problemas de adaptación y de autoestima que los hijos de familias intactas o divorciadas pero con bajo nivel de conflictividad como lo demuestran últimas investigaciones. (Amato, keith, 1991. Amato Loomis y Booth, 1995). Esto significa que no es tan esencial que la pareja esté divorciada o no, sino el grado de conflictividad presente y el COMO lo resuelven. Es más hay estudios que demuestran que una familia intacta pero conflictiva, puede ser más perniciosa para la salud mental de los hijos, que un hogar estable tras el divorcio.
En cuanto a la repercusión en los hijos de la separación de los padres, podemos preguntarnos:¿Es un hecho traumático la separación de los padres?
NO necesariamente constituye un hecho traumático en los hijos, si se les permite seguir queriendo a ambos y estar con ambos padres. Antes se consideraba un trauma irrecuperable, ahora una CRISIS SUPERABLE.
Hay una serie de consecuencias que se observan generalmente, en función de las diferentes edades:Los niños menores de 5 años, tienen a considerarse responsables del conflicto de sus padres. Los niños pequeños, por su inmadurez, (egocentrismo), sienten que ellos son los culpables de que sus papás no se quieran ya. El otro día en la consulta, una madre me decía que su hijo de 3 años y medio, cada vez que discutían, comenzaba a hacer payasadas para hacerles reir al mismo tiempo que les preguntaba ¿ya no estas enfadado papá. Mamá ya no estás enfadada?Entre los síntomas habituales, los menores de 5 años, suelen tener regresiones (hacerse pis cuando ya controlaban esfínteres), miedos, alteraciones del sueño, etc.Los escolares, presentan tristeza, sentimiento de ser diferentes de los demás, s. de pérdida.Adolescentes: dolor, depresiónconducta agresiva, etc
Sin embargo todo estos síntomas, que reflejan el dolor por el temor a la pérdida en los hijos, puede cambiar totalmente, si EXISTE LA PARTICIPACION CONTINUADA DE LOS DOS PROGENITORES,. evitando de esta forma que se desarrolle una intensa sensación de pérdida) Esto es fundamental. No es el divorcio en si, sino la dificultad de acceso a los padres, lo que genera sufrimiento añadido.Bien, COMO AFRONTAR la separación de la forma más saludable posible, en esta crisis evolutiva que va a dar lugar a otra manera de organización familiar, como decíamos antes:
Se nombran tres tipos de patrones psicológicos en los padres después del divorcio:
- De Cooperación- De hostilidad- De Aislamiento entre si de la ex-pareja.
De los tres patrones, el menos conflictivo y beneficioso para todos, es el cooperativo .Los padres del estilo cooperativo, se caracterizan:Por hablar con frecuencia entre ellos sobre los hijosProcuran no interferirse mutuamenteAcuerdan funciones a desempeñar dentro de cada hogar respecto a los hijos.Llegado este punto de la exposición, tenemos suficientes datos ya para pasar al COMO.En mi práctica profesional, tengo la fortuna de poder atender consultas con parejas antes, durante y después de la separación. El resultado más satisfactorio, se produce en las consultas pre-separación para padres e hijos.
ANTES de la separación:--Como hemos visto, es el momento idóneo para acudir a una consulta de orientación familiar o preventiva.
Acuden a la consulta, a veces sin tener claro que desean romper (tiene otros abordajes en este caso) o con la decisión tomada.
Juntos, con el profesional especializado, elaboran los sentimientos que les produce la separación, rescatan los aspectos positivos, y acuerdan que su objetivo común, es continuar siendo padres de sus hijos. Para ello, toman consciencia de la importancia de colaborar como padres, más allá de sus sentimientos como pareja.
En este espacio, se analizan las ventajas e inconvenientes de los tipos de custodia, siempre en función de la edad del hijo-a y de su vínculo con cada progenitor.
Y lo más importante, se considera al hijo como sujeto con pleno derecho a acceder a ambos padres y no como objeto a disputar entre los progenitores.
En este contexto, está el tema de la CUSTODIA. Cualquier decisión sobre la custodia, debiera de estar precedida de un adecuado conocimiento en Psicología evolutiva y formación del vínculo, para evitar daños en el desarrollo de la personalidad del menor. De ahí la importancia de llegar acuerdos entre los padres y evitar divorcios contenciosos.Los tipos de custodia, son un tema muy delicado y cada vez más controvertido. En la actualidad, hay padres que solicitan cada vez más la custodia compartida. Hay que contemplar los pro y contra que conlleva esta decisión para los hijos en cada caso particular, pero prestar especial atención en edades menores a los tres años. Estos necesitan mucha estabilidad. De ahí la importancia, de analizar cada caso de forma individual.
Una vez tomada la decisión, orientamos sobre el COMO plantearlo a los hijos:Es aquí donde más desconcierto e inseguridad se produce, por los temores y culpa que despierta en los padres.
Lo adecuado para los hijos, es que la decisión se presente conjuntamente, transmitiendo SEGURIDAD en la continuidad del vínculo con ambos padres. El discurso tiene que ser claro, sencillo y no drámatico.
Hay que verbalizar los cambios con claridad y también lo que no cambiará. Es mejor evitar cambios de escuela, domicilio, etc. inicialmente.
Debe saber que la familia de abuelos y tios, no se han separado!. Solo sus padres terminan la convivencia común.
Es importante, saber escuchar a los hijos, aceptar sus emociones, y darles seguridad ante el cambio que se les avecina.
Muchos padres, caen en la tentación errónea de utilizar a sus hijos, para descargar sus preocupaciones o emociones. Otros, como arma arrojadiza contra el otro padre. Son los padres más necesitados de ayuda, y desgraciadamente los que menos acuden a solicitarla.
Este abordaje, tiene muchas ventajas y sólo un inconveniente: los padres deben PRIORIZAR A LOS HIJOS, en un ejercicio de CO-PARENTALIDAD RESPONSABLE, más allá de sus propio estado emocional hacia la ex-pareja.
Los resultados constatados con este abordaje en parejas en vías de separación (observación y seguimiento), DURANTE Y DESPUES de la separación, sonMuy positivos:
Los padres se sienten más seguros ante la actitud a tomar a sus hijos y más competentes como padres.
Los hijos se sienten más seguros y contenidos y se adaptan mejor al
Concluyendo:
Ser padres, es hermoso pero también difícil. Las llamadas escuelas de padres, son espacios formativos necesarios, tanto en parejas unidas como separadas.
Es un hecho, que es más fácil formar pareja, que separarse. La separación es un proceso complejo y variado en función de la personalidad de los padres y el vínculo creado con los hijos.
Y también es un hecho, que es más sana la separación acordada, que la permanecer en una relación sin amor, donde crece el resentimiento, el odio y la destructividad.
Yolanda González

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