Un nuevo estudio sugiere que las mujeres con altos niveles de estrés en los primeros meses de gestación serían más propensas que otras a dar a luz a un bebé con bajo peso
Es más, los autores hallaron que los efectos sobre el peso al nacer del bebé se combinarían cuando la madre trabaja más horas semanales durante el embarazo. En un estudio sobre embarazadas en Holanda, los investigadores hallaron que aquellas que decían haber tenido altos niveles de estrés laboral durante el primer trimestre del embarazo tendían a dar a luz a bebés más pequeños. En promedio, esos recién nacidos pesaban unos 71 gramos menos que los bebés de las mujeres con menos estrés laboral, mientras que el riesgo de tener un bebé "pequeño para la edad gestacional" era un 50 por ciento más alto. Esos efectos eran más notorios si la madre tenía una semana laboral de 32 horas o más, publicaron los investigadores en American Journal of Public Health. Entre esas mujeres, el peso al nacer de sus bebés era más de 141 gramos más bajo que el de los niños de las pacientes con menos estrés laboral y semanas de trabajo más cortas. Tenían también el doble de riesgo de dar a luz un bebé pequeño para la edad gestacional. El estudio definió "alto estrés laboral" como aquel trabajo con grandes demandas (ya sea con estrés físico elevado, demanda mental muy pesada o presiones de tiempo) y poca oportunidad de controlar la forma de trabajo. Esa tensión es frecuente en las ocupaciones con bajos ingresos, señaló el equipo dirigido por la doctora Tanja G.M. Vrijkotte, de Academic Medical Centre Amsterdam. Aun así, la relación entre el estrés laboral y el peso al nacer se mantuvo cuando los autores tuvieron en cuenta el nivel educativo de las participantes y otros factores. Para el equipo, es probable que el estrés crónico tenga alguna importancia. Estudios previos habían sugerido que altos niveles de las "hormonas del estrés", como el cortisol y la norepinefrina, pueden alterar el desarrollo fetal, especialmente en el primer trimestre de la gestación. La buena noticia, señalaron los autores, es que trabajar durante el embarazo pareció no tener efecto sobre el peso del bebé al nacer en la mayoría de los embarazos. Sólo el 4 por ciento de las articipantes sufrió altos niveles de estrés laboral y tuvo semanas de trabajo más prolongadas. De todos modos, el equipo destacó que esos números pequeños no implican que se deba "ignorar" a las mujeres en esos trabajos. Mientras que muchas mujeres modifican la carga laboral recién en el último trimestre del embarazo, el equipo concluyó que los nuevos resultados sugieren que algunas deberían hacerlo mucho antes.
Fuente: Reuters
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