Un estudio señala que aquellas mujeres que toman clases de yoga tienen un parto más corto y menos doloroso.
Practicar yoga durante el embarazo puede ayudar a aliviar algunos dolores de espalda, a deshinchar los tobillos e incluso reducir los niveles de estrés previos al parto, ya que disminuyen los niveles de cortisol. Incluso si el embarazo ha sido relativamente tranquilo, las técnicas del yoga ayudan a preparar el cuerpo para el momento del parto. De acuerdo al sitio estadounidense FitPregnancy.com, un estudio realizado en Tailandia señaló que las mujeres que tomaron clases de yoga durante el embarazo tuvieron un parto más corto y menos doloroso que aquellas que no practicaron esa disciplina. Los expertos señalan que es importante generar espacio y tiempo para sí mismas antes del nacimiento de la guagua, por ejemplo, los masajes son una forma para lograr un equilibrio físico y psíquico, debido a que liberan endorfinas y serotonina que inducen al bienestar y a la relajación.
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