Un equipo de científicos halló que los pequeños capaces de gesticular con más significado a los 14 meses tendían a tener mayor vocabulario cuando se preparaban a entrar en el jardín de infancia. Y hay una interesante diferencia entre los chicos de padres de altos y bajos ingresos.
Cualquiera que haya visto a un bebé alzando los brazos para pedir que lo carguen sabe que los chiquitos aprenden a comunicarse antes de aprender a hablar. Realizar gestos físicos también parece ser indicador de una habilidad para armar oraciones, ya que los niños comienzan pronunciando una palabra y agregándole un gesto para la segunda.
Los investigadores de la Universidad de Chicago trataron de averiguar también si el gesticular podría ayudar a cerrar otra brecha: Los niños de familias de menores ingresos empiezan a ir al colegio con vocabularios más exiguos que sus pares de familias más adineradas. Un factor crucial en el vocabulario infantil es la manera en que los padres se comunican con sus hijos en los primeros meses de vida. Estudios previos han demostrado que los padres de mejor clase socioeconómica y mejor nivel educativo tienden a leerle más a sus hijos y usando un vocabulario más variado y una sintaxis más compleja.
Fuente: AP.
¿Acaso esos padres gesticulan más cuando se comunican con sus hijos?
Para averiguarlo, las psicólogas Susan Goldin-Meadow y Meredith Rowe visitaron las viviendas de 50 familias de la zona de Chicago, de diversos niveles socioeconómicos, que tenían bebés de 14 meses. Grabaron en video a las familias por 90 minutos y contaron cada palabra y cada gesto, y trataron de determinar si el gesto de cada bebé perseguía un significado particular.
No se trataba de que los padres hablaran con gestos de bebé ni que le estén formalmente enseñando a los chicos, sino de usar gestos comunes para señalar algo o expresar una idea. Por ejemplo, un bebé señalaba a un perro y la madre decía "ese es un perro", o un padre agita los brazos para ilustrar la idea de volar, o señala con el dedo para expresar "arriba" o "abajo".
Las investigadoras hallaron que había una brecha entre la cantidad de gestos que se usaban, según el nivel socioeconómico de la familia. Los padres de mayores ingresos gesticulaban más y, lo que es más importante, sus hijos producían promedio 25 significados más que los niños de familias más modestas, dice el estudio publicado en la revista Science. Los expertos también estudiaron el nivel de comprensión verbal a los 4 años y medio.
Los niños de menor nivel económico tuvieron un rendimiento peor, a veces 24 puntos por debajo de sus pares. ¿Acaso esos padres gesticulan más cuando se comunican con sus hijos? Para averiguarlo, las psicólogas Susan Goldin-Meadow y Meredith Rowe visitaron las viviendas de 50 familias de la zona de Chicago, de diversos niveles socioeconómicos, que tenían bebés de 14 meses.
Grabaron en video a las familias por 90 minutos y contaron cada palabra y cada gesto, y trataron de determinar si el gesto de cada bebé perseguía un significado particular. No se trataba de que los padres hablaran con gestos de bebé ni que le estén formalmente enseñando a los chicos, sino de usar gestos comunes para señalar algo o expresar una idea. Por ejemplo, un bebé señalaba a un perro y la madre decía "ese es un perro", o un padre agita los brazos para ilustrar la idea de volar, o señala con el dedo para expresar "arriba" o "abajo".
Las investigadoras hallaron que había una brecha entre la cantidad de gestos que se usaban, según el nivel socioeconómico de la familia. Los padres de mayores ingresos gesticulaban más y, lo que es más importante, sus hijos producían promedio 25 significados más que los niños de familias más modestas, dice el estudio publicado en la revista Science.
Los expertos también estudiaron el nivel de comprensión verbal a los 4 años y medio. Los niños de menor nivel económico tuvieron un rendimiento peor, a veces 24 puntos por debajo de sus padres.
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