lunes, 20 de abril de 2009

El parto regresa a sus orígenes

Matronas y ginecólogos abordan cómo devolver la naturalidad a los alumbramientos
Pasar del abuso de la epidural a un parto lo más natural posible. Es la tendencia por la que abogan ahora los especialistas después de años en busca de los alumbramientos prácticamente indoloros. La intervención sanitaria ha derivado en general, según sostienen los defensores de los nacimientos "mamiferizados", en un proceso demasiado artificial. En el Hospital Provincial matronas y médicos abordaron cómo seguir incorporando a la sanidad pública de Galicia métodos con los que devolver un mayor protagonismo a la mujer durante el proceso de dar a luz. MARCOS QUINTAS - PONTEVEDRA
Los nacimientos de hoy en día muy poco tienen que ver con los que se producían hace apenas medio siglo. Durante las últimas décadas se ha avanzado hacia un proceso que resulte indoloro para la mujer y que, al mismo tiempo, dispone de una elevada intervención de profesionales sanitarios. Logrado esto, ahora los especialistas en la materia estudian cómo devolver a la madre el protagonismo de los alumbramientos y así conseguir unos partos que se asemejen más a la naturaleza mamífera, aunque con garantías médicas en caso de complicaciones.

El Hospital Provincial, donde dan a luz la mayor parte de las vecinas de la comarca, se convirtió ayer en un foro de debate sobre cómo lograr esa naturalización de los partos. Hasta el recinto se acercaron más de cien ginecólogos y matronas de Galicia para adquirir conocimientos con el fin de poderlos poner en marcha en los complejos hospitalarios de la red pública gallega. Bajo el título de “Novas alternativas para o parto no século XXI”, el servicio de Ginecología del centro organizó un conjunto de charlas para abordar el parto de mínima intervención hospitalaria. Entre los invitados estaba la matrona argentina Raquel Schallman. Esta mujer, una de las máximas conocedoras de este tipo de nacimientos y autora del libro “Parir en libertad. En busca del poder perdido”, aboga como último fin por algo que, al menos de momento, se ve lejano en la sanidad estatal: el parto domiciliario.Schallman pide un esfuerzo para variar la tendencia y habla de girar de un parto humanizado a otro mamiferizado: “Hay que dejar de intervenir tanto para obtener mejores resultados. El esfuerzo de la mujer puede ser mayor, pero también la satisfacción”. Además, agregó: “Hemos perdido la mirada natural sobre el parto y llamamos alternativo a todo lo que vemos novedoso cuando, en realidad, son otras maneras que nadie ha inventado y que están ahí desde siempre. Por ejemplo, parir en el agua, sentada, en cuclillas, deambular durante el trabajo de parto o parir en un domicilio”. El jefe del Servizo de Xinecoloxía e Obstetricia del hospital pontevedrés, Eloy Moral, también habló de la necesidad de dar un cambio a las técnicas de parto. Si bien, considera que la asistencia domiciliaria, en el caso de la sanidad púbica, por el momento es complicada de implantar. “Estamos buscando nuevas vías para obtener una menor intervención médica, ya que en realidad el parto es un proceso fisiológico. Pero en nuestro país, por el momento, es difícil disponer de una atención domiciliaria de repente”, apuntó. No obstante, aseguró que el complejo hospitalario “intenta incorporar la filosofía” de la matrona argentina para implantar técnicas que resulten novedosas en un hospital.

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