martes, 29 de septiembre de 2009

Los efectos beneficiosos del dolor del parto se pierden con la epidural

El dolor del parto tiene una serie de efectos beneficiosos para la mujer y el bebé que se omiten cuando se opta por la epidural, aunque este tipo de anestesia sea útil e imprescindible en algunos casos.

Así lo afirma Denish Walsh, experimentado comadrón y profesor de la universidad de Nottingham, en un artículo publicado en la revista "Evidence based midwifery", donde explica que el dolor es un rito de transición que ayuda a regular el alumbramiento.

Según Walsh, además de contribuir claramente a la fisiología del parto, ayuda a fortalecer el vínculo entre madre e hijo y prepara a la mujer para la responsabilidad de la maternidad.

Sin menospreciar el valor de la epidural, que puede ser fundamental en algunos casos, el profesor apunta que su uso ha aumentado mucho en los últimos veinte años, pese a la disponibilidad de otras alternativas de gestión del dolor menos invasivas.

Entre las ventajas de optar por un parto natural, si no hay razones médicas que recomienden otra vía, está el disfrutar de ese ritmo fisiológico que culmina con el nacimiento del bebé, junto con el hecho de que el propio dolor induce la liberación de endorfinas, necesarias para poder hacerle frente.

Walsh apunta que algunos estudios han demostrado que la anestesia epidural aumenta la probabilidad de tener que inducir las contracciones con tratamientos hormonales, y es más frecuente el uso de fórceps para ayudar a salir al bebé.

En el Reino Unido, el uso de epidurales aumentó un 17 por ciento entre 1989 y 1990, y un 33 por ciento del 2007 al 2008.

El profesor recomienda al Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés) ofrecer a todas las parturientas alternativas de alivio del dolor como yoga, masaje y piscinas.

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