miércoles, 30 de septiembre de 2009

El nacimiento como acontecimiento medico

El evento de traer nuevos seres humanos al mundo se a desenvuelto bajo el contexto de la ciencia occidental. Definiéndose así el parto como: un acontecimiento medico en el cual, se da vital importancia a los aspectos tanto fisiológicos como patológicos y una menos importancia a los factores socio-culturales, A pesar de ser el parto a rangos generales el mismo en todas las culturas, esto a significado la diferenciación en la practica del parto en los diferentes lugares. Es así como de esta constatación nace la necesidad de incluir aspectos sociales en la investigación del parto.

La antropóloga Brigitte Jordan señala la dificultad de comparación intercultural en tres niveles:

  1. falta de información en las distintas culturas, a pesar de ser un proceso universal
  2. información médicamente orientada y antropológicamente deficiente.
  3. unidades de comparación poco definidas lo q generaba dificultad en la organización de la información disponible.

El hecho es que tanto los estudios médicos y antropológicos carecían de un marco de comparación biosocial, es decir la relación entre lo biológico y lo socio-cultural.

No fue sino hacia los años 70 que se afianzo el campo de la antropología del parto, cuando Jordan dio una mirada biosocial volviendo la mirada antropológica hacia los procesos biológicos y a su moldeamiento cultural, por sobre el interés medico que prevalecían en años anteriores. Su trabajo estableció una comparación entre una comunidad maya, una tecnlogizada potencia como Estados Unidos, y otros sistemas atendidos por matronas como Holanda y Suecia. Así dejo en claro que la exportación a todos los rincones del mundo del modelo biomédico estaba causando serios daños en los sistemas indígenas tradicionales.

En este contexto nos encontramos con que el evento del parto, antes un fenómeno social compartido por la comunidad donde una red de apoyo formado por familiares y amigos que rodeaban a la madre han pasado a estar en manos de la medicina y sus practicantes.

Es más restándole todo grado de autoridad a la madre en un evento tan propio.

Sin embargo a pesar de que se destacan los grandes éxitos que a logrado la medicina moderna en la reducción de la mortalidad y morbilidad materna y neonatal, también se enfatiza la tendencia a medicalizar un evento biológico normal y transforlo en un problema medico aislado, convirtiendo a la mujer embarazada en una pasiva y dependiente “paciente”.

Para ejemplificar esta situación se toma como escenario la sección de partos de un hospital público de santiago donde se contextualizan distintas realidades descritas a continuación:

  • El primer caso corresponde a Alejandra una mujer de 25 años M2 con un parto natural y una cesárea, quien señala que no aguanta, que la guagua va a salir, y a quien se le insiste en que “todavía no puede salir” que tiene que esperar que la atiendan.
  • El segundo caso corresponde a Isabel se atendía en forma particular razón por la tuvo a su primer hijo por cesárea, descartando cualquier posibilidad de que ella decidiera si era eso lo mas beneficioso.
  • El tercer caso corresponde a Jessica una mujer cuyo parto fue por vía vaginal. Presenciado tanto por estudiantes como por otros profesionales de salud. Es aquí donde se ejemplifica como la hegemonía médica se apropio de su cuerpo. como ella izo todo lo que le dijeron, y se hizo todo lo que se hace en esa situación en ese contexto y punto. Algo que no se cuestiona ni se interviene.
  • Valeska primípara ha dado a luz en el box 1, colocan a su hijo en su vientre y ella intenta tocarlo, a lo que le dicen “abajo las manos, sin tocarlo, sin tocarlo” lo toman, muestran rápidamente su madre y se lo llevan a la revisión. Valeska se queda llorando en silencio mientras la suturan.
  • Una enfermera le pregunta a margarita si sabe por que le practicaran una cesárea, ella contesta: “por latidos bajos” la enfermera se sorprende; menos de un tercio de mujeres preguntan o conocen el motivo de la cesárea.

Es notoria la mecanización del personal frente a un parto, como tanto este como la atención del recién nacido pierden la importancia sociocultural que poseen. Mucho mas claro queda ejemplificado cuando una Clarissa una estudiante de obstetricia conversa con una enfermera mayor a la cual esta le responde con frases como “acá se ha hecho así durante cuantos años y están las guaguas de lo mas bien” o “debes seguir con el procedimiento tradicional del hospital.”

¿COMO DEFINIR EL PARTO ENTONCES?

El parto se considero en todas partos como un proceso fisiológico normal, atendido en la mayoría de los casos por mujeres que aprendían el oficio de otras mujeres. Una vez instaurada la ciencia medica, el parto empezó a concebirse como un evento medico.

Según Brigitte Jordan el parto es la manera en que cada cultura lo conceptualice de esta manera informa acerca de quien, donde y como debe ocurrir el parto.

Se puede mencionar además en un plano analítico que las personas que participan en un parto se puede dividir en : especialistas con experiencia técnica particular y no-especialistas ,como familiares y amigos. Se puede decir entonces que como resultado de la estandarización y rutinizacion del sistema, no se separa los partos normales de los que representan complicaciones y por ello se tratan todos los partos con el mismo set de procedimientos.

La autora también menciona como el territorio donde es atendido el parto resulta de importancia en la interacción social que producirá., sin embargo este territorio es un espacio totalmente medico lo cual en nuestro contexto el embarazo es tratado como una enfermedad, dejando toda responsabilidad al personal medico y olvidando los conocimientos innatos, con lo que siente, con las emociones y no se les considera importantes.

Conclusión:

La mujer necesita conocer y reconocer su cuerpo y valorar su maternidad. Dentro de la experiencia contradictoria que esto signifique, como lo es dar a luz y por otra sentir el dolor soledad y condiciones muchas veces humillantes y despersonalizadas del trato hospitalario.

Nos encontramos en un punto donde la visión medica del parto y del individuo en su conjunto esta siendo puesta en cuestionamiento, debido a la deshumanización y mal funcionamiento es un síntoma de que el sistema en su conjunto anda mal, olvidándose de que estamos insertos en un contexto social y cultural que nos influye enormemente.

Por lo tanto el devolver el control del parto a la mujer significa fortalecer los vínculos de la familia con el recién nacido.

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