Desde hace unas décadas se ha popularizado el tema de la escucha musical durante el embarazo. Varios estudios han confirmado que, en general, la escucha de determinadas melodías, en especial la clásica, ayudan al desarrollo de determinados procesos como el aprendizaje, el desarrollo del sentido espacial, la relajación, etc. A esto se le ha venido a llamar Músico-terapia.
Dentro de estas investigaciones, una de las que más llama la atención son las realizadas con embarazadas, lográndose que los bebés a los que se les puso música durante su gestación nacieran con un estado mayor de tranquilidad, que el parto se desarrollara con mayor tranquilidad o que tuvieran un ritmo normal de sueño, a la vez que solían ser seres más despiertos, más alegres, y que en algunas áreas como el lenguaje, el gateo o el juego fueran más precoces.
En estos estudios se observó que la música con la que se conseguía unos mejores resultados con diferencia fue la de Mozart, seguida de la Vivaldi y luego la de Bach y también con los cantos Gregorianos. A este fenómeno se le llamó el Efecto Mozart. Hoy existen varios libros que hablan de este tema, así como CD´s con selecciones de obras de Mozart para escuchar durante el embarazo y para los bebés ya nacidos. Cuando se experimentó con otras músicas no se produjo los efectos que con las anteriores, provocándose incluso el efecto contrario.
Pero no hace falta que compremos estos artículos, podemos hacernos con una selección de melodías de Mozart que nos gusten y de los que han sido probadas su benéfica repercusión. Por ejemplo, sus obras de viento, las de piano como la K 448 (concierto para dos pianos) o el concierto para piano nº 21. El cómo escucharlas es muy simple, la madre debe buscar un momento del día en la que pueda estar tranquila, sentarse cómodamente y poner esta música en un volumen que sea agradable. Esto puede durar entre 20 minutos y una hora, y al menos 3 ó 4 veces en semana a partir del tercer mes de embarazo, si bien el bebé por nacer no escucha hasta el cuarto o quinto mes, cuanto antes se haga mejor para la mamá, pues a ella también la relaja y la ayuda en los procesos de cambio que conlleva el embarazo, algunas madres la escuchan de esta manera desde el comienzo de la gestación.
También se ha trabajado en este sentido con madres que sufrieron malos tratos por parte de sus parejas durante la gestación, para paliar los efectos psicológicos negativos a los que estuvieron sometidas ellas y su bebé por nacer, consiguiéndose también óptimas mejoras en cuanto a la recuperación de la autoestima, superar conflictos emocionales y transmitirle al bebé por nacer la tranquilidad que necesita.
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