martes, 3 de febrero de 2009

LOS DERECHOS DE LA EMBARAZADA Y LA SITUACIÓN DEL PARTO EN ESPAÑA

En el último siglo y medio, y tras el desarrollo progresivo de la moderna medicina en la que su práctica se extendió a todos los rincones, incluso al ámbito de las familias rurales, se consideró que uno de sus éxitos fue el de reducir la mortalidad en los partos, introduciendo toda una serie de elementos técnicos así como nuevos protocolos para llevar a cabo los alumbramientos con el mayor éxito posible. No cabe duda que esto supuso un avance en la calidad de vida, y vino a ayudar en todos aquellos partos difíciles y de alto riesgo, que en muchos casos solían acabar en desgracias, proporcionando a las embarazas que lo requerían la posibilidad de hacerles cesáreas, utilizar fórceps, etc, y esto fue, sin duda alguna, uno de los éxitos en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Si bien es cierto que se comenzó a reducir la tasa de mortalidad en partos, tanto de bebés como de parturientas, se comenzó también a sistematizar esos mismos protocolos y prácticas a los partos que no lo necesitaban, aquellos de bajo riesgo. Se olvidó que el proceso del parto no es una enfermedad, es un proceso fisiológico natural, como pueda serlo la digestión o el crecimiento, con la diferencia de que estos últimos se realizan diariamente o de manera lenta, y el parto es algo más puntual, unas pocas veces a lo largo de una vida y se producen numerosos cambios en un corto espacio de tiempo. Se olvidó que el objetivo era ayudar, socorrer en aquellos casos en los que fuera necesario colaborar con la naturaleza de la mujer, ya que por algún motivo se hacia pertinente esta ayuda. Y de resto sólo acompañar dicho proceso ya que el cuerpo de la mujer sabe instintivamente lo que ha de hacer, y esto es algo que se ha demostrado en las últimas décadas por médicos de la talla de Michel Odent o Françoise Leboyer, entre otros.
En los países de centro-Europa y desde principio de los setenta se empezó a reivindicar la no-manipulación médica y tecnológica en los partos de bajo riesgo. Que sólo se estuviera presente para colaborar si era necesario o la embarazada lo solicitara, que el ambiente de las salas de parto tuviera un carácter más hogareño, que se pudiera parir en piscinas acondicionadas para tal fin, e incluso hacerlo en sus casas acompañados por una partera.
Al principio, como es lógico, el colectivo médico se reveló argumentando precisamente los éxitos logrados en mortalidad infantil, pero de manera gradual las demandas por parte de padres, profesionales y los colectivos que los representaban alzaron su voz hasta que ésta fue atendida, y esto es ya una realidad en los sistemas de sanidad pública y privada de muchos países de la Unión Europea como Holanda, Alemania, Francia, Inglaterra, Finlandia o Suecia. Cientos de madres paren de manera natural, en agua, con ayuda de terapias blandas o alternativas como masaje, aromaterapia, música, psicoterapia, acupuntura, sofrología, etc. y de manera gratuita sobre la base de sus derechos como ciudadanas. Manteniendo así más bajos índices de mortalidad y mejorando la calidad y atención humana en los mismos, además de ser sensiblemente menos costosos que el parto medicalizado.
Pero el autentico éxito no es que se pueda dar a luz de esta manera sino que las madres reciben toda la información sobre su estado y ellas, en base a ésta deciden lo que les conviene, nadie puede negarles el uso de epidural, cesáreas, etc. Sabiendo que cada procedimiento conlleva unas consecuencias y riesgos como en cualquier otro proceder de la existencia. Y estos pasos han mejorado la calidad de vida de sus ciudadanos en la misma escala que cuando se introdujo los avances de la moderna medicina en las vidas de todos.
Habría que recordar que la Organización Mundial de la Salud, redactó una serie de principios y derechos para las madres, los cuales reconocen y fomentan el parto natural, no intervenido, no manipulado, como el ideal en un sistema sanitario avanzado. Que se realicen las cesáreas siempre por necesidad real, no para evitar partos prolongados o por comodidad de los profesionales. Erradicar ciertos protocolos y practicas que se han venido realizando y que no sirven para nada, como el rasurado, episiotomía, enemas. No cortar el cordón umbilical de inmediato, no separar al bebé de la madre tras el nacimiento, permitir que se realice el parto en una postura cómoda para la mujer como es en posición vertical, y no en horizontal, ya que es la peor manera de facilitar el camino al que nace. Fomentar la lactancia inmediata al momento posterior al parto, etc.
Ahora la lucha está en España, donde no parece de momento que se nos quiera igualar a la media Europea en este aspecto. Sólo existe un hospital privado en el levante español que realiza estas alternativas, y en la Comunidad Balear su Parlament ha incluido recientemente las recomendaciones de la OMS dentro de la Ley Balear de Salud. Además de unas pocas casas de partos repartidas por la geografía nacional, y parteros que atienden partos naturales y en agua en los hogares, siempre con los costos a cargo de la paciente, no asumiéndolos el régimen de la seguridad social.
Pero parece que todo esto no interesa a la mayoría de los colectivos sanitarios de nuestro país y tampoco ha habido movimientos ni pronunciamientos al respecto por parte de las autoridades, excepto en el caso Balear gracias a la lucha de los colectivos locales. A pesar de que en varias ocasiones la OMS ha “llamado la atención” a nuestros profesionales por no avanzar y adaptarse en este particular.
Sin embargo son muchas las personas que demandan dichos derechos, lo cual ha hecho que se fueran creando diferentes colectivos y asociaciones que sirvieran de portavoces para reivindicar estos y otros aspectos relacionados en la etapa primal, que abarca el embarazo, el parto y el primer año de vida. Como el fomento de la lactancia natural, una mayor calidad de vida durante el embarazo, así como ayudas tanto antes del parto como en el primer año de vida del bebé. La mayoría de estas asociaciones tenían un ámbito regional o autonómico. Pero hace pocos años que se creo una plataforma que agrupaba a estas asociaciones, su nombre es Plataforma pro derechos del nacimiento, y pretende aunar los esfuerzos de todos en este fin, organiza conferencias, jornadas informativas, creación de grupos de apoyo, etc. Pero sobre todo recoger firmas para reivindicar ante las autoridades que estos derechos se establezcan en nuestro estado, como hace algunas décadas se hiciera en otros países de la Unión, y así no sólo igualarnos en la carrera económica, legal o fiscal, sino en la de la calidad de vida, y servir a otros países de Ibero América como referente, ya que en muchos de ellos se comienzan a escuchar estas mismas reclamaciones con fuerza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, quería dar la enhorabuena por este principiante pero prometedor blog ¡muchas gracias! y ¡ADELANTE!

F. Zeraus Tador dijo...

Gracias, espero que sirva para fomentar un mundo mejor.

Gracias,

FZT