miércoles, 14 de octubre de 2009

Un parto más humano e informado en Galicia

Un estudio revela que las mujeres que dan a luz en los hospitales gallegos demandan un mejor trato por parte del personal médico, acompañamiento familiar y más comunicación

SANDRA PENELAS "La ginecóloga me infunde confianza y me anima", "Me muero de dolor y la celadora me dice que tengo demasiada buena cara para estar de parto". Experiencias tan dispares se viven a diario en los hospitales gallegos tal y como recoge un estudio sobre las percepciones de las mujeres embarazadas coordinada por el grupo de investigación en Atención Primaria del área de Vigo.
Un mejor trato del personal médico y de enfermería, el poder estar acompañadas de sus parejas y más información sobre la lactancia son las principales reivindicaciones de las usuarias atendidas en los centros. "Se sienten seguras en los aspectos científicos, entienden que están bien controladas, pero después hay muchas diferencias dependiendo del hospital y la fase del parto", apunta Ana Clavería, médico especialista en Preventiva y Salud Pública y coordinadora del estudio.
La investigación se basa en las entrevistas realizadas a mujeres que dieron a luz en 2007 en los hospitales de O Salnés, Lugo, Ourense y Santiago y ya se ha extendido al resto de centros gallegos, incluido el complejo hospitalario vigués. Los destinatarios de los resultados son los respectivos jefes de Obstetricia: "Los médicos están concentrados en su trabajo y, a veces, pararse a reflexionar y ver las cosas del otro lado está muy bien".
El aumento de la "capacidad de decisión" y de la "preparación" de las mujeres durante las últimas décadas "se traduce" también a la hora de dar a luz, sin embargo, esta capacidad de control difiere en cada hospital. "Existe una herramienta que es el plan de parto. Tienes que llegar al centro sabiendo las cosas que pueden ocurrir para no tener que decidir en ese preciso momento, pero esto no está muy extendido", reconoce Clavería.
Durante las entrevistas, las madres incidían en gran medida en el trato personal. "Están con la matrona, el ginecólogo, el anestesista, el celador... y para ellas todos son importantes. El profesional ve a miles de pacientes, pero ellas sólo ven a uno y debe ser consciente de esto. Hay que preocuparse de lograr empatía. Además ellas entienden muy bien sus momentos de apuro", explica.
Soledad
Otras peticiones de las parturientas son poder moverse y permanecer al lado de sus parejas o familiares. "Algunas se sienten un poco solas. Necesitan mucho acompañamiento, les ayuda a disminuir sus incertidumbres. La dilatación puede hacerse eterna y buscas en quien apoyarte. Esto va mejorando", comenta Clavería.
En algunas situaciones en las que el niño nació con alguna patología, las madres también se quejaron "de que se lo llevaron rápidamente", cuando necesitan "tocarlo y visitarlo".
La experta señala que el parto es "un proceso natural que se ha ido medicalizando mucho" y añade que hay elementos "que han salvado vidas", pero que otros no eran tan necesarios. "Ahora mismo tenemos un problema de exceso de intervención en lugar de falta de atención", destaca.
Una de esas actuaciones es la aplicación de la anestesia epidural. "En Galicia ya es accesible en todos los hospitales, pero se aplica demasiado, lo que no quiere decir que no deba estar siempre disponible. Hay alternativas como llevar el parto bien preparado o bañeras e instalaciones para parir de pie, aunque no siempre existen".
También constata un probable exceso de monitorización de las pacientes: "No son necesarias tantas ecografías, aunque ellas tengan la sensación de que es mejor".
Sobre estos aspectos, Clavería añade que ha habido "pequeños cambios" en los protocolos y en Vigo, por ejemplo, ya se hacen menos cesáreas a las parturientas.

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