jueves, 1 de octubre de 2009

La epidural alivia el dolor del parto pero complica la lactancia

El uso de la epidural se traduce en complicaciones en la lactancia a corto y largo plazo, según un nuevo estudio que pone en evidencia a la anestesia más utilizada para aliviar los dolores del parto.

La investigación, difundida el lunes, da más fuerza a aquellas mujeres que se lo piensan dos veces antes de dar su consentimiento para que se les inyecte la potente anestesia.

A los otros efectos negativos del medicamento, como un parto más largo o más posibilidades de que haya que utilizar fórceps, se añaden ahora problemas con la lactancia que se extienden hasta los seis primeros meses de vida del bebé, un período en el que se recomienda que los niños tomen leche materna exclusivamente.

La investigación, publicada el lunes en el "International Breastfeeding Journal", tuvo en cuenta los casos de 1.280 mujeres que dieron a luz en 1997.

Elaborado por investigadores de Sydney (Australia), el trabajo indica que el 93 por ciento de las mujeres amamantó sin mayor problema a sus bebés la primera semana de vida de los pequeños, pero aquellas que hicieron uso de la epidural tuvieron más dificultades para establecer la lactancia exitosamente.

A los seis meses, el 72 por ciento de las madres que no utilizaron la epidural continuaban dando el pecho a sus hijos, frente a sólo el 53 por ciento de aquellas madres que sí utilizaron la anestesia.

Sue Jordan, coautora del estudio, señaló que este muestra que se debe dar más apoyo a las mujeres más vulnerables para asegurar que sus bebés no sufran a causa de lo que califica de "reacción adversa, oculta pero de gran alcance".

Los investigadores creen que algunos componentes de la familia de los opiáceos presentes en la epidural son capaces de penetrar en el flujo sanguíneo y cruzar la placenta, alcanzando así al feto, que quedaría adormilado y menos dispuesto para tomar el pecho a causa de estas medicinas.

Siranda Torvaldsen, profesora de la Universidad de Sydney y directora del informe, señala que cada vez hay más pruebas que muestran que el fentanil (un opiáceo componente de la epidural) "puede estar asociado con bebés somnolientos y dificultades para establecer la lactancia".

Torvaldsen indica que algunos recién nacidos de madres a las que se les inyectó con opiáceos en la última media hora del parto natural perdieron la capacidad para succionar el pecho de la madre.

Este estudio se suma a otros que ya relacionaron con anterioridad los efectos del fentanil con dificultades para establecer una lactancia exitosa.

Un estudio similar elaborado por la Universidad de Toronto, en Canadá, encontró que las mujeres a las que se había administrado una epidural con fentanil tenían menos éxito con la lactancia de sus bebés.

Unos argumentos, en suma, que dan más fuerza al movimiento en favor del parto natural, que entre otras cosas recomienda a las madres que se informen adecuadamente antes de utilizar medicamentos como la epidural ya que, como señaló Jordan, las consecuencias para los bebés no se han estudiado convenientemente.

Por otra parte, el estudio australiano también indica que de las 416 mujeres (el 33 por ciento) que optaron por la epidural, 172 tuvieron también una cesárea, una operación que complica la lactancia debido a las dificultades que habitualmente tienen las madres debido a las dificultades que tienen las madres para sostener a sus hijos en brazos

Fuente: EFE

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