Tomar alcohol en el embarazo podría fomentar su consumo en los hijos, según sugiere un estudio de la Universidad Estatal de Nueva York en Syracuse (Estados Unidos) realizado en ratas. Los resultados del trabajo se publican esta semana en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS). La investigación muestra que el alcohol podría saber y oler mejor a las ratas adolescentes que estuvieron expuestas a esta sustancia en el útero. Esto, según los autores, proporcionaría un incentivo para que los animales jóvenes consuman más alcohol que los animales no expuestos. Los científicos, dirigidos por Steven Youngentob y John Glendinning, sugieren que la exposición al alcohol de los fetos, probablemente disminuya la sensibilidad a la amargura subyacente en el alcohol y podría aumentar la repuesta positiva ante el olor del etanol. Los investigadores midieron la avidez con la que las ratas consumían etanol, que tiene un sabor entre dulce y amargo, agua dulce con sacarosa o agua amarga con quinina. Descubrieron que las ratas expuestas al alcohol preferían el etanol y consumían más agua con quinina que las ratas no expuestas, que evitaban el agua amarga. Según los autores, estos descubrimientos indican que las ratas expuestas tenían una respuesta mitigada ante el sabor amargo del alcohol. Las ratas expuestas al alcohol también exhibían una mayor conducta de olfateo alrededor del alcohol, lo que sugiere una atracción por el olor del etanol. Los científicos señalan que aunque en estudios epidemiológicos se ha vinculado la exposición al alcohol fetal en humanos con el riesgo de abuso del alcohol y con una reducción en la edad a la que una persona consume por primera vez alcohol, se desconoce el mecanismo preciso de este vínculo. Los autores concluyen que estos resultados podrían proporcionar información sobre cómo el consumo maternal de substancias se puede reflejar en la conducta de la descendencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario