En la
actualidad, la educación se ha convertido en una cuestión de importancia
fundamental en todo el mundo. Las necesidades de la educación bajo las
condiciones modernas de las relaciones internacionales y a la luz de una nueva
civilización emergente, no sólo ocupan la atención de esos países que ahora, por
primera vez en la historia, proporcionan educación a lasmasas de sus pueblos,
sino también la de países en los que hace ya tiempo que existe algún tipo de
educación obligatoria. ¿Cuáles deberían ser los principios y propósitos
subyacentes a las nuevas técnicas educativas? ¿Cuáles deberían ser estas
técnicas?
En este folleto se
presentan ciertas ideas y conceptos fundamentales para la educación en todas
sus facetas, y en las numerosas circunstancias diferentes del mundo moderno.
La Educación Pasada y
Presente
Hasta el momento actual,
la educación se ha ocupado en su mayor parte del arte de sintetizar la historia
y logros del pasado en todos los sectores del pensamiento humano, así como del
conocimiento alcanzado hasta la fecha. La educación ha mirado principalmente
hacia atrás y no hacia adelante.
Los valores de la
educación moderna siguen siendo en su mayor parte competitivos, nacionalistas
y, por tanto, separatistas. El niño llega a considerar los valores materiales
como de la mayor importancia, a creer que su propia nación es también de la
mayor importancia y que toda otra nación es secundaria. Esto ha nutrido su
orgullo y fomentado la creencia de que él, su grupo, su religión y su nación,
son superiores a las demás personas y pueblos. En consecuencia, se convierte en
una persona unilateral, con unos valores respecto al mundo erróneamente
ajustados y unas actitudes hacia la vida caracterizadas por la parcialidad y el
prejuicio.
La educación también se
ha ocupado de la organización de la mente inferior (o puramente racional, en
contraposición a las facultades creadoras e intuitivas). Se considera que los
requisitos mínimos son leer, escribir y poseer nociones de aritmética elemental.
Se enseña a los niños los rudimentos del arte, a fin de permitirles actuar con
la eficacia necesaria en un campo competitivo y en su entorno particular.
El idealismo natural del
niño (¿y qué niño no es un idealista innato?) ha sido lenta y firmemente ahogado
por el peso del materialismo de la máquina educativa del mundo.
Poco a poco este
desastroso estado de cosas ha ido cambiando de manera que hoy, en muchos
países, el bienestar del Estado mismo y la necesidad de la nación se mantienen
ante el niño, desde su más temprana edad, como el ideal más elevado posible.
Ello constituye un claro avance en la expansión de consciencia que la raza
humana debe realizar, porque los objetivos de todo esfuerzo evolutivo son la
expansión de la consciencia y el desarrollo de una sensibilidad creciente y de
una consciencia perceptiva del todo mayor. Puede observarse otro avance en el
hecho de que en todas partes y en todos los países se enseña a los hombres a
ser exponentes de ciertas ideologías grupales. Estas ideologías son, en último
análisis, sueños, visiones o ideas que se materializan.
Hoy, destacados
pensadores pedagógicos y organizaciones, incluyendo la UNESCO a nivel mundial,
están acentuando crecientemente las necesidades y los objetivos éticos, morales
y espirituales de los procesos educativos. Por tanto, es evidente que detrás
del caos y del tumulto superficial presentes hoy en la consciencia de la
humanidad, los seres humanos comienzan a fusionar en sí mismos tres estados de
conciencia: la del individuo, la del ciudadano y la del idealista.
Indudablemente, el sentido de percepción mundial de la humanidad está
aumentando.
Surge aquí el
interrogante: ¿cuál será el próximo desarrollo evolutivo en el mundo de la
educación?
La Tarea y Objetivos
de la Nueva Educación
La educación tiene tres
objetivos principales, desde el ángulo del desarrollo humano:
Primero: Debe hacer del hombre un ciudadano inteligente,
un progenitor sensato y una personalidad controlada, capaz de desempeñar su
papel en el trabajo del mundo de forma armoniosa y constructiva.
Segundo: Debe eliminarse la separación existente entre la
mente inferior y el alma. El verdadero trabajo de educación consiste en
instruir al hombre en el correcto discernimiento y en la debida sensibilidad
hacia las ideas e ideales morales y espirituales, para que pueda construir
fielmente de acuerdo al propósito de su alma y producir en la tierra lo que
será su contribución al todo. Curiosamente, la humanidad ha reconocido siempre
esto y, por lo tanto, ha hablado en términos de "alcanzar la unidad"
u "obtener el alineamiento", intentos todos de expresar esta verdad
comprendida intuitivamente.
Tercero: Debe capacitarle para eliminar la separación
entre los diferentes aspectos de su propia naturaleza mental. Esto incluye la
construcción del puente entre la mente inferior y el alma. Estos aspectos son:
- La mente inferior concreta, el principio razonador, la mente receptiva,
tal como la consideran los psicólogos. Nuestros procesos educativos
actuales procuran ocuparse de este aspecto del hombre.
- El “hijo de la mente”, la mente individualizada, que podríamos
denominar ego o ALMA. Éste es el principio de la inteligencia, conocido
bajo nombres como el Ángel solar o el principio Crístico. En el pasado, la
religión ha procurado ocuparse de esto.
- La mente abstracta superior, la mente iluminadora, el custodio de las
ideas. Esta mente imparte la iluminación a la mente inferior cuando esta
se halla en armonía con el alma. De este mundo de ideas ha procurado
ocuparse la filosofía.
Por consiguiente, la
verdadera educación es la ciencia de vincular las partes integrantes del hombre
y también de vincularlo, a su vez, con su medioambiente y luego con el todo
mayor en donde debe desempeñar su papel. Esto incluye el proceso de obtener
datos y luego aprender a deducir y extraer de tal información cuanto pueda ser
de utilidad práctica en cualquier situación dada, e implica el proceso de
adquirir sabiduría, como una ramificación del conocimiento. Es el poder de
aplicar el conocimiento de tal forma que producirá, como resultado natural, una
forma de vivir sensata y un punto de vista comprensivo, más una técnica de
conducta inteligente. Finalmente, constituye el proceso por el cual se cultiva
la unidad o el sentido de síntesis.
Por lo tanto, la
educación futura debería abarcar el entrenamiento para la ciudadanía, la
paternidad y la comprensión mundial y podría definirse, en un sentido nuevo y
más amplio, como la ciencia de las correctas relaciones humanas y de la
organización social.
La tendencia general de
la nueva educación debería ser, por lo tanto, más psicológica que en el pasado
y, en el futuro, los educadores deberán poner el énfasis sobre:
- El desarrollo de un control mental de la
naturaleza emocional.
- La visión, o la capacidad de ver más allá de
lo que es, a lo que podría ser.
- El conocimiento objetivo y heredado, al cual
será posible superponer la sabiduría del futuro.
- La capacidad de manejar sabiamente las
relaciones y de reconocer y asumir la responsabilidad.
- El poder de emplear la mente de dos
maneras:(a) Como "sentido común", analizando y sintetizando la
información transmitida por los cinco sentidos.(b) Como un foco de luz que
penetra en el mundo de las ideas y de la verdad abstracta.
Finalmente, la educación
debería presentar la hipótesis del alma en el hombre, como factor interno que
produce lo bueno, lo verdadero y lo bello. Este factor interno o alma se
expresa en cada ser humano como una cualidad peculiar que podría denominarse
"percepción mística". Esta cualidad de percepción mística incluye:
- La visión mística del alma, de Dios y el
universo.
- El poder de contactar y valorar el mundo de
significados.
- El poder de amar y de exteriorizarse hacia
aquello que es distinto al yo.
- La capacidad de captar e intuir ideas.
- La habilidad de sentir lo desconocido, lo
deseable y lo deseado. La consiguiente determinación y persistencia que
permite al hombre buscar, investigar y exigir esa realidad desconocida.
Esta tendencia mística es lo que ha producido los grandes místicos de
renombre mundial y el sinnúmero de exploradores, descubridores e
inventores.
- El poder de sentir, registrar y dejar
constancia de lo bueno, lo bello y lo verdadero. Esto es lo que ha formado
al escritor, al poeta, al músico, al artista y al arquitecto.
- El anhelo de descubrir y penetrar los
secretos de Dios y de la naturaleza. Esto ha producido al científico y al
hombre religioso.
Por lo tanto, la
"percepción mística" es, ni más ni menos, el poder, innato al hombre,
de ir en busca de lo que es mayor y mejor que él y captarlo. Es el poder de
valorar y de esforzarse en pos de un bien aparentemente inalcanzable.
Por lo tanto, el objetivo
de la educación debería ser el entrenamiento del mecanismo de la personalidad,
a fin de que responda a la vida del alma. La expresión creativa y el esfuerzo
humanitario tendrán entonces una base espiritual y se obtendrá una respuesta
más realista a la pregunta: ¿qué es el hombre? Esto abrirá ante la juventud del
mundo todo el problema del liderazgo y del móvil. El contenido de la mente del
estudiante no sólo se enriquecerá con los hechos históricos y literarios, sino
que su imaginación se disparará y se evocará su ambición y aspiración a lo
largo de líneas verdaderas y correctas.
Desarrollo y Estudio
del Niño
Existe una necesidad
urgente de desarrollar medios más adecuados para comprender y estudiar al niño
y a los jóvenes, si queremos alcanzar los objetivos de la nueva educación. La
educación futura sólo puede construirse sobre una valoración exhaustiva de la
naturaleza y la constitución del hombre y de los procesos de su desarrollo.
La secuencia del
crecimiento del niño, basada en el proceso de desarrollo del ser humano, puede
clasificarse brevemente de la siguiente manera:
- Respuesta al impacto, el despertar de los
sentidos del niño. Éste comienza a oír y ver.
- Respuesta a la posesión y la adquisición. El
niño empieza a apropiarse, se vuelve autoconsciente y busca su yo
personal.
- Respuesta al instinto que rige a las
naturalezas animal y del deseo, y a las tendencias humanas.
- Respuesta al grupo. El niño se vuelve consciente
de su medio ambiente y de que él es parte integrante de un todo.
- Respuesta al conocimiento. Esto comienza
cuando se imparten datos informativos que conducen al interés, la
correlación, la síntesis y a la aplicación a la vida.
- Respuesta a la necesidad innata de
investigar. Ello conduce al experimento en el plano físico, a la
introspección en el plano emocional, al estudio intelectual y a una
condición de actividad mental.
- Respuesta a la presión económica y sexual y a
la ley de la supervivencia. Esto le obliga a utilizar su equipo y
conocimientos, a ocupar su lugar como factor en la vida grupal y a
promover el bienestar grupal, mediante algún aspecto de trabajo activo.
- Respuesta a la percepción intelectual pura.
Esto conduce a un empleo consciente y libre de la mente, a pensar de forma
individual, a crear formas mentales y, eventualmente, a la constante
orientación de la mente hacia campos cada vez más amplios de comprensión y
percepción.
- Respuesta al pensador o al alma. Cuando
registra esta respuesta, el hombre entra en su reino. Los mundos objetivo
y subjetivo se unifican. Toda educación debe tender a esta realización.
Cada niño debería ser
estudiado, en primer lugar, para asegurarse de la tendencia natural de sus
impulsos. ¿Se orientan hacia la expresión física? ¿Existe una capacidad latente
para alguna de las artes? ¿El calibre intelectual merecería un entrenamiento
definidamente mental en el análisis, la deducción, las matemáticas o la lógica?
Quizás, a medida que transcurra la vida, nuestros jóvenes serán clasificados en
dos grupos: el místico, bajo el cual se agruparían aquellos de tendencias
religiosas, culturales y artísticas, y el esotérico, que incluiría a los tipos
intelectuales, científicos y mentales.
Cuando el niño llegue a
la edad de diecisiete años, el entrenamiento dado debería haberle permitido
emitir su nota con claridad y tendría que indicar el diseño que probablemente
seguirán los impulsos de su vida. En los primeros catorce años debería dársele
la oportunidad de experimentar en diversos campos de experiencia. El
entrenamiento puramente vocacional no debería acentuarse hasta llegar a los
últimos años del proceso educativo.
Se acerca el momento en
que los niños serán estudiados mucho más exhaustivamente que en la actualidad.
Esto será posible específicamente gracias a:
- El crecimiento, el desarrollo y el empleo
extendido de la ciencia de la psicología, la ciencia del hombre esencial.
Las diferentes escuelas de psicología contribuirán, cada una, con su
verdad particular, y así la verdadera ciencia del alma emergerá de esta
síntesis.
- El crecimiento y desarrollo de la ciencia de
los siete tipos básicos de individuos, sobre la que se basa gran parte del
pensamiento psicológico oriental.
- La aceptación de la enseñanza sobre la
constitución del hombre, especialmente en lo que se refiere a la
naturaleza, propósito y cualidad de los tres vehículos o cuerpos de
expresión: mental, emocional y físico-etérico, y a su relación con el
alma.
A fin de lograrlo, deberá
disponerse de lo mejor que Oriente tiene que ofrecer y del conocimiento de
Occidente. Además de los métodos de estudiar al niño ya delineados, todos los
niños deben ser examinados médicamente, prestando especial atención al sistema
endocrino y al desarrollo del mecanismo de respuesta, y también en cuanto a su
vocación, para que más tarde en la vida sus dones y capacidades puedan hallar
plena expresión. Con el tiempo se desarrollará la astrología científica para
determinar las tendencias de la vida y los problemas peculiares del alma.
También se estudiará a
todos los niños desde el punto de vista del espíritu. Se determinará
aproximadamente la edad aparente del alma y el lugar que ocupa en la escala de
la evolución; se considerarán las tendencias místicas e introspectivas y se
observará si existen o no ambas tendencias. Se investigará cuidadosamente la
coordinación de todos los aspectos del individuo para llevar el equipo del niño
a un todo activo y unido.
La palabra
"espiritual" no se refiere a los así llamados asuntos religiosos.
Toda actividad que impulsa adelante al ser humano hacia alguna forma de
desarrollo –físico, emocional, mental, intuitivo, social– para bien de su
estado actual es, esencialmente, de naturaleza espiritual e indica la vivencia
de la entidad divina interna. El espíritu del hombre es imperecedero, perdura
eternamente, progresa de un punto a otro y de una etapa a otra en el sendero de
evolución, desarrollando constante y secuencialmente los atributos y aspectos
divinos.
Si queremos que una
verdadera comprensión de los siete tipos básicos de rayo, de la constitución
del hombre y de la astrología, y también la aplicación correcta de la
psicología sintética sirvan de algo, tal comprensión debe demostrarse
produciendo un ser humano correctamente coordinado, sabiamente desarrollado,
altamente inteligente y orientado mentalmente.
La Educación y los
Siete Rayos
Hay siete
"rayos" o cualidades de energía que influencian a la humanidad y
producen siete tipos básicos de seres humanos. Los futuros sistemas educativos
deberían trabajar con estas cualidades y características y con sus tendencias e
instintos relacionados entre sí:
- Voluntad o Propósito, desarrollada hasta el
punto en que la vida manifestada esté regida por un propósito espiritual
consciente. La correcta orientación de la voluntad debería ser una de las
principales preocupaciones de todo verdadero educador.
- Amor-Sabiduría. Es esencialmente el
desarrollo de la consciencia de la totalidad, incluyendo la consciencia
grupal.
- Inteligencia Activa. Concierne al desarrollo
de la naturaleza creativa, del hombre espiritual y consciente. La correcta
orientación de esta tendencia, ya desarrollada, constituye la meta de toda
verdadera educación.
- Armonía, obtenida a través del conflicto.
Conduce al equilibrio, a la liberación y al poder eventual de crear. Este
es uno de los atributos que la educación debería tratar desde el ángulo de
la intuición.
- Conocimiento concreto, por el cual el hombre
se capacita para concretizar sus conceptos. El verdadero trabajo educativo
consiste en entrenar al hombre inferior en el correcto discernimiento y en
una verdadera sensibilidad a la visión, de modo que pueda construir
fielmente de acuerdo al propósito de su alma y producir en la tierra lo
que será su contribución al todo.
- Devoción. La devoción es resultado y fruto de
la insatisfacción, más el empleo de la facultad de elección, basada en ideales
claramente sostenidos. Por medio de la devoción y el idealismo el hombre
finalmente se unifica con el ideal más elevado posible para él. Los
educadores se enfrentan, por tanto, a la oportunidad de tratar
inteligentemente el idealismo innato que se halla en cualquier niño y a la
interesante tarea de conducir a la juventud del mundo desde una meta
lograda a otra.
- Orden, y la imposición de un ritmo
establecido mediante el desarrollo de la facultad innata de mantenerse
activo bajo un propósito y ritual dirigidos. Los educadores tendrán que
trabajar con este principio de atributo innato y con este instinto hacia
el ritmo ordenado, haciéndolo constructivo de una forma más creativa y
proporcionando así, por medio de ello, un campo para el desarrollo de los poderes
del alma..
La Nueva Educación
El objetivo de toda
educación consiste en producir algún tipo de cultura –material o espiritual, o
material y espiritual.
La civilización es la
reacción de la humanidad al propósito de cualquier período mundial particular.
Cada época debe expresar alguna idea en el idealismo racial del momento.
La cultura es el
acercamiento de dos caminos –sentimiento y mente; de dos mundos –sensibilidad y
pensamiento; y de actitudes de naturaleza vinculante, que permitirán al hombre
vivir como un ser inteligente y subjetivo, en un mundo físico tangible. El
hombre culto relaciona el mundo de los significados con el mundo de las
apariencias, considerando que constituyen un sólo mundo con dos aspectos.
En último análisis, la
civilización concierne a las masas y a la consciencia racial, mientras que la
cultura concierne al individuo y al hombre creativo y espiritual.
Escuelas e Institutos
En las escuelas actuales,
de primaria y secundaria, y en los institutos y universidades, puede verse una
imagen imperfecta y simbólica del triple objetivo de la nueva educación:
civilización, cultura, unificación.
Las Escuelas Primarias podrían considerarse como los custodios de
la civilización; deberían capacitar al niño para ejercer la ciudadanía,
enseñándole su lugar como unidad social y acentuando sus relaciones grupales.
Se le instruiría en lectura, escritura, y aritmética, historia elemental
(recalcando la historia universal), geografía y poesía, más ciertos hechos
básicos e importantes de la vida, verdades fundamentales, coordinación y
control.
Las Escuelas
Secundarias deberían verse
como los custodios de la cultura; acentuando los grandes valores de la historia
y la literatura y enseñando algo sobre el arte. Deberían comenzar a entrenar a
los niños y niñas para esa futura profesión o modo de vivir que, obviamente,
les condicionará. Se enseñará el civismo en términos más amplios, se indicará
el mundo de los verdaderos valores y se cultivará el idealismo en forma
consciente y definida. La juventud del mundo debe empezar a relacionar los
mundos de la vida objetiva externa y la existencia subjetiva interna.
Los Institutos y
Universidades deberían
proporcionar una extensión más elevada de todo lo realizado hasta ahora,
embelleciendo y completando la estructura ya erigida y ocupándose más
directamente del mundo de significados. Considerarían los problemas
internacionales –económicos, sociales, políticos y religiosos– y vincularían
más estrechamente al hombre o a la mujer con el mundo entero. Deberían ser los
custodios de aquellos métodos, técnicas y sistemas de pensamiento y de vida que relacionan
al ser humano con el mundo de las almas, con el Reino de Dios.
La adecuación del hombre
para la ciudadanía en el Reino de Dios no es esencialmente una actividad
religiosa. Debería ser tarea de la educación superior, dando propósito y significado
a todo lo realizado. Debe fomentarse el desarrollo de la intuición, la
importancia de los ideales y las ideas, y el desarrollo del pensamiento
abstracto y la percepción.
Instinto–intelecto–intuición
proporcionan las notas clave para las tres instituciones escolásticas por las
cuales pasarán todas las personas jóvenes. El primer esfuerzo de la educación
para civilizar al niño consistirá en entrenar y orientar correctamente sus
instintos. La segunda obligación del educador será obtener su verdadera cultura,
entrenándole para que utilice correctamente su intelecto. El tercer deber de la
educación será evocar y desarrollar la intuición.
Relaciones de Energía
La educación debería
ocuparse fundamentalmente de las relaciones e interrelaciones, de la
eliminación o curación de las separaciones y, de este modo, del
restablecimiento de la unidad o síntesis.
Existe un hilo de
energía, arraigado en el corazón, al que llamamos aspecto vida o espíritu, que
emplea la corriente sanguínea como agente de distribución.
Existe otro hilo de
energía, arraigado en el centro de la cabeza, al que llamamos aspecto
consciencia o facultad de conocer el alma. Controla al cerebro y dirige la
actividad mediante el sistema nervioso.
Estos dos factores de
energía, conocidos por los seres humanos como vida y conocimiento, o como
energía e inteligencia vivas, constituyen los dos polos del ser de un niño. La
tarea que tiene por delante consiste en desarrollar conscientemente el aspecto
medio o equilibrador, que es amor o relaciones grupales. El verdadero
equilibrio se logrará cuando se reconozca que el camino del servicio es una
técnica científica para obtener este equilibrio.
Por lo tanto, durante el
actual período de transición, los educadores deben tener presentes tres cosas:
- La reorientación del conocimiento, el aspecto
consciencia o el sentido de percepción en el niño, de tal forma que
comprenda desde la infancia que todo cuanto se le enseña tiene como
objetivo el bien de los demás, más que el de sí mismo.
- Enseñarle que la vida que siente latir a
través de sus venas es sólo una pequeña parte de la vida total que palpita
a través de todas las formas, los reinos de la naturaleza, los planetas y
el sistema solar y que, por lo tanto, existe en todas partes una verdadera
"hermandad de sangre". En consecuencia, puede enseñársele esta
relación desde el comienzo de su vida. Cuando estas dos comprensiones
–responsabilidad y relación– se inculcan en el niño desde la infancia, el
tercer objetivo de la nueva educación se logra con más facilidad.
- La unificación en la consciencia del impulso
de la vida y el anhelo de conocer, conducirán oportunamente al niño a una
actividad planificada, que constituirá un servicio y hará tres cosas por
el niño:
- (a) Servir como agente orientador,
indicándole finalmente vocación y profesión.
- (b) Extraer lo mejor del niño y hacer de él
un centro magnético radiante, en el lugar en que se encuentre.
- (c) Hacerlo definidamente creativo y
capacitarlo para tejer ese hilo de energía que vinculará la cabeza, el
corazón y la actividad creativa, en un sólo agente unificado y activo.
La satisfacción de estos
tres requisitos será el paso principal (dado a escala racial) para la
construcción del "antahkarana"* o el puente en la consciencia, entre:
- Diversos aspectos de la naturaleza de la
forma.
- La personalidad y el alma.
- El hombre y los demás seres humanos.
- El hombre como miembro de la familia humana,
y el mundo que le rodea.
Debe observarse aquí que
el puente debe erigirse en el aspecto consciencia, y concierne a la continuidad
de la percepción de la vida del hombre en sus distintos aspectos.
* Antahkarana (Sánscrito):
La palabra deriva de antah, que significa interno y karana, que significa
instrumento.
Tres Ciencias de la
Nueva Era
Tres ciencias principales
deberían influir en el campo de la educación de la nueva era.
- La Ciencia del Antahkarana (ver la definición anterior). Es la nueva y verdadera
ciencia de la mente que utilizará la sustancia mental para construir el
puente entre la personalidad y el alma y, luego, entre el alma y el
espíritu. Concierne a la sustancia de los tres niveles superiores del
plano mental.
- La Ciencia de la Meditación. Esta ciencia puede aplicarse a todo proceso
posible de la vida. Es una ciencia complementaria que prepara para la
ciencia del Antahkarana. Es el medio de construir entre la personalidad y
el alma. Es la verdadera ciencia de tender un puente en la consciencia.
Relaciona la mente individual, eventualmente, con la mente superior y, más
tarde, con la Mente Universal. Con el tiempo, regirá los nuevos métodos
educativos de escuelas y universidades.
- La Ciencia del Servicio. Surge normal y naturalmente de la
aplicación exitosa de las otras dos ciencias. El servicio es la verdadera ciencia
de la creación y un método científico de establecer continuidad.
Eventualmente, estas tres
ciencias serán consideradas como los tres puntos principales del proceso
educativo, y sobre ellos se pondrá crecientemente el énfasis.
La nueva educación debería
ocuparse de que el sujeto del experimento educativo sea el dueño consciente de
su equipo; debería permitirle afrontar la vida con una visión clara, abriéndole
las puertas al mundo de las relaciones y fenómenos objetivos, debería llevarle
a conocer la existencia de una puerta que conduce al mundo de la Realidad del
alma, que podrá atravesar a voluntad, para allí asumir y desarrollar su
relación con otras almas.
La Educación y la
Unidad Mundial
En la actualidad hay una
necesidad apremiante de que exista un sistema de educación internacional
desarrollado en una conferencia conjunta por maestros y autoridades educativas
de mentalidad abierta de todos los países, lo que proporcionaría una baza
fundamental para preservar la paz mundial. El perfil inicial de un sistema
educativo mundial está surgiendo hoy, particularmente como resultado del
trabajo precursor de la UNESCO.
La democracia mundial
tomará forma cuando los hombres de todas partes se consideren realmente como
iguales. La unidad mundial será un hecho cuando se enseñe a los niños del mundo
que las diferencias religiosas son, en su mayor parte, una cuestión de nacimiento.
De esta manera, se establecerán unas relaciones humanas correctas cuando a los
niños de todos los países se les inculque dos ideas principales: el valor del
individuo y la realidad de la humanidad una. El valor del individuo y la
existencia de esa totalidad, que llamamos humanidad, están estrechamente
relacionados. Estos dos principios conducirán a la intensa cultura del
individuo y después a que éste reconozca su responsabilidad como parte
integrante del cuerpo de la humanidad. Así gradualmente se neutralizarán
nuestras querellas y diferencias y serán reemplazadas por la idea de la
humanidad una.
El trabajo de construir
el puente hay que hacerlo ahora. Si, en el futuro inmediato, desarrollamos esta
técnica de tender un puente sobre las numerosas separaciones que existen en la
familia humana y contrarrestar los odios raciales y las actitudes separatistas
de naciones y pueblos, habremos logrado crear un mundo donde la guerra será
imposible.
¿No sería posible erigir
la enseñanza de la historia sobre las buenas y grandes ideas que condicionaron
a las naciones e hicieron de ellas lo que son, y acentuar la creatividad que
las caracterizó a todas? ¿No podríamos presentar más eficazmente las grandes
épocas culturales que –al aparecer repentinamente en alguna nación–
enriquecieron al mundo entero y dieron a la humanidad su literatura, arte y
visión?
Deberíamos poner el
énfasis en esos grandes momentos de la historia humana en los que brilló la
divinidad del hombre. Tales momentos produjeron la Carta Magna; dieron énfasis,
por medio de la Revolución Francesa, a los conceptos de libertad, igualdad y
fraternidad; formularon la Declaración Norteamericana de Derechos y las Cuatro
Libertades, que culminaron en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de las Naciones Unidas. Estos son los grandes conceptos que deben gobernar la
nueva era con su civilización naciente y su futura cultura.
A pesar de toda la
animosidad separatista, un idealismo creciente está luchando por abrirse paso
hacia el primer plano de la consciencia humana. Es el principal responsable del
caos actual y del establecimiento y desarrollo de las Naciones Unidas y sus
agencias especializadas. Ha producido las ideologías antagónicas que tratan de
expresarse mundialmente. Estas ideologías en conflicto son un signo saludable,
estemos o no de acuerdo con ellas. De ello debería surgir una actitud mental
tolerante e inclusivay una tendencia a la síntesis, y esto lo nutre y expresa
el alma del hombre.
El sentimiento de
responsabilidad es uno de los primeros indicios de que el alma del individuo
está despierta.
El alma de la humanidad también va despertando ahora
colectivamente y de ahí los siguientes indicios:
- El aumento de sociedades, organizaciones y
movimientos colectivos en todas partes, para la mejora de la humanidad.
- El creciente interés de las masas por el
bienestar común.
- El esfuerzo humanitario y filantrópico está
en su punto álgido en la vida de todas las naciones, junto a las
crueldades, los odios, las anormalidades y la separatividad.
- La educación está convirtiéndose rápidamente
en un esfuerzo colectivo.
- El creciente reconocimiento, por parte de
quienes ejercen la autoridad, de que el hombre de la calle está
convirtiéndose en un factor en los asuntos mundiales.
Para el hombre moderno es
difícil concebir una época en la el pensamiento humano estará libre de toda
consciencia separatista racial, nacional o religiosa. Es obvio que tendrá que
transcurrir un gran número de décadas antes de que tal estado de cosas esté
activamente presente. Pero podrían ser décadas, y no siglos.
Deberá ponerse un cuidado
mucho mayor en la selección y entrenamiento de los maestros del futuro. Su
capacidad mental y su conocimiento de su asignatura particular serán
importantes, pero mucho más lo será la necesidad de que estén libres de
prejuicios. El educador del futuro necesitará ser un psicólogo más preparado de
lo que está actualmente. Comprenderá que su tarea principal es evocar, en su
aula de estudiantes, un sentido real de la responsabilidad. No importa lo que
tenga que enseñar: deberá vincularlo con la ciencia de las correctas relaciones
humanas.
La buena voluntad
colaboradora será con toda
seguridad la primera idea a presentar a las masas y enseñar en nuestras
escuelas.
La comprensión amorosa, aplicada inteligentemente, deberá ser el
distintivo de los grupos cultos y más sabios.
La ciudadanía mundial, como expresión tanto de la buena voluntad como
de la comprensión, deberá ser la meta de las personas iluminadas de todas
partes y el distintivo del hombre espiritual, y en estos tenemos establecidas
las relaciones correctas entre la educación, la religión y la política.
La iluminación es la
meta principal de la educación, y
en esta afirmación y zona mental reside la diferencia entre el trabajo del Buda
y del Cristo. Buda alcanzó la "iluminación" y fue el primero de
nuestra humanidad en hacerlo. Cristo, debido a la realización de Buda y a Su
propio grado evolutivo, inauguró la "era del amor" y expresó a la
gente un nuevo aspecto divino, el del amor.
Buda culminó la "era
del conocimiento". Cristo inició la "era del amor". Ambas eras
personifican y expresan dos grandes principios divinos. El trabajo del Buda
hizo posible la nueva educación. El trabajo y la vida del Cristo hicieron posible
la nueva religión.
En el futuro, se
considerará la iluminación principalmente desde el ángulo intelectual y todo el
tema será abordado mentalmente y no (como sucede hoy) tan definidamente desde
el ángulo de la religión. La iluminación, el misticismo y la religión han ido a
la par. Una de las principales contribuciones de la era actual al desarrollo de
la raza ha sido el creciente reconocimiento de que la espiritualidad no debe
confinarse únicamente a la aceptación y cumplimiento de los preceptos
contenidos en las escrituras del mundo.
La nota clave de la nueva
educación es, esencialmente, la correcta interpretación de la vida, pasada y
presente, y su relación con el futuro de la humanidad; la nota clave de la
nueva religión debe y debería ser el correcto acercamiento a Dios, trascendente
en la naturaleza e inmanente en el hombre; mientras que la nota clave de la
nueva ciencia de la política y del gobierno será las correctas relaciones
humanas. La educación debe preparar al niño para ambas.
Los que trabajan en estos
tres grupos deberán proceder, eventualmente, en la más estrecha colaboración, y
la nueva educación debe ser una preparación para esta comprensión planificada y
esta actividad inteligente del género humano.
Conclusión
- La nueva educación se ocupará principalmente
de la construcción científica y consciente del puente entre los diferentes
aspectos del ser humano, produciendo así una mayor expansión de
consciencia.
- La tarea de la nueva educación es, por tanto,
la coordinación de la personalidad, produciendo eventualmente su
unificación con el alma.
- La nueva educación se ocupará de las leyes
del pensamiento, de su análisis e interpretación.Estas leyes son los
medios por los cuales:
(a) Se intuyen las ideas
(b) Se promulgan los
ideales
(c) Se construyen
conceptos o formas mentales que, a su debido tiempo, impactarán telepáticamente
las mentes de los hombres.
- La nueva educación organizará y desarrollará
la mente concreta inferior.
- Enseñará al ser humano a pensar de lo universal
a lo particular, así como a emprender el análisis de lo particular.
- La nueva educación hará del hombre un buen
ciudadano mediante el desarrollo de los aspectos racionales de su
consciencia y vida, enseñándole a emplear el equipo heredado, adquirido y
dotado, para evidenciar la consciencia y actitudes sociales.
- Sobre todo, los educadores en la nueva era se
esforzarán para enseñar al hombre la ciencia de unificar los tres aspectos
de sí mismo:(a) La mente concreta inferior –la mente receptora o sentido
común.
(b) El Hijo de la mente,
el alma, el yo –la mente individualizada.
(c) La mente superior,
abstracta o intuitiva –la mente iluminadora.
- Los educadores en la nueva era se ocuparán de
los procesos o métodos que deben emplearse para eliminar los vacíos de
consciencia existentes entre los distintos aspectos.
- La ampliación de este concepto de tender el
puente se desarrollará para incluir, no sólo la historia interna del
hombre, sino también la construcción de un puente entre él y sus
semejantes, en todos los niveles.
- Incluirá, además, el entrenamiento del
mecanismo humano para responder a los impactos de la vida y al alma. El
alma es, en esencia, inteligencia, empleada vitalmente en cada plano (en
los niveles mental, emocional y físico). Esta actividad inteligente
siempre se emplea desde el ángulo de la sabiduría.
Alice Bailey
Extraído de: http://www.lucistrust.org/es/
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